1. Limpieza diaria de la lámpara de mimbre
Quitar el polvo / Aspirar
Usa un plumero de plumas, un cepillo de cerdas suaves o un trapo seco para eliminar periódicamente el polvo de la lámpara. Hazlo siempre siguiendo la dirección de las fibras, con movimientos suaves para no dañar el mimbre.
Si tienes una aspiradora pequeña con cepillo, puedes usarla en potencia baja, lo que ayuda a retirar el polvo y es aún más efectivo.
Limpiar con paño húmedo
Cuando haya manchas localizadas, puedes usar un paño limpio apenas húmedo (no demasiado mojado) para limpiar suavemente, y enseguida secar bien con un paño seco.
Evita a toda costa mojarla en exceso o echarle mucha agua, ya que el mimbre puede absorber humedad y deformarse o incluso llegar a enmohecerse.
Limpieza profunda (no muy frecuente)
Para suciedad más difícil, puedes preparar una solución suave (por ejemplo, mezclar agua con unas gotas de detergente líquido, en proporción 20:1). Humedece un paño con esta solución, escúrrelo bien, limpia la zona manchada y luego pásale un paño seco inmediatamente.
No uses productos que contengan alcohol, blanqueador, ácidos fuertes ni sustancias alcalinas.
2. Consejos para el cuidado y mantenimiento de la lámpara de mimbre
Evita la humedad y el sol directo
El mimbre es un material natural, así que la humedad prolongada puede provocar moho o malos olores, y la exposición directa al sol puede resecarlo, agrietarlo o decolorarlo.
Lo ideal es colocar la lámpara en un lugar seco, ventilado y sin sol directo.
Evita que reciba golpes o peso
El mimbre es relativamente flexible, pero si se aplasta o se golpea fuerte, puede deformarse y perder su forma.
Coloca la lámpara en un sitio donde no esté apoyada contra muebles ni en zonas de paso muy concurrido.
Prevención contra insectos y moho
Las lámparas de mimbre de buena calidad suelen recibir tratamientos para prevenir insectos y moho. Si notas algo raro, como manchas, moho o pequeños agujeritos, pon la lámpara a secar al aire libre en un lugar ventilado y, si es necesario, puedes aplicar un producto antifúngico especial para mimbre.
Revisión eléctrica regular
De vez en cuando revisa los cables y el enchufe de la lámpara para asegurarte de que no estén dañados o viejos. Así evitas riesgos de seguridad.
3. Recomendaciones prácticas
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Si no vas a usar la lámpara durante un tiempo, guárdala con una funda antipolvo o envuélvela en un paño transpirable y mantenla alejada de la humedad.
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Si notas alguna hebra suelta o rota de mimbre, puedes cortarla con unas tijeras pequeñas y, si hace falta, refuerza la zona con un poco de pegamento para que no se desarme.
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Si después de mucho uso notas que el mimbre está muy deteriorado, decolorado o tiene manchas de moho grandes, quizá sea momento de renovar la lámpara por una nueva.
Para que tu lámpara de mimbre se mantenga bonita y dure mucho tiempo, límpiala suavemente y con frecuencia, evita la humedad y el sol directo, no la golpees ni la aprietes y revísala periódicamente. Así mantendrás su aspecto y funcionalidad durante años.
